La pasión que nos une

Juan Ramírez
28 oct. 2011

La pasión que nos une

¡Béisbol la pasión que nos une! Fue una frase acuñada para impulsar el béisbol en nuestro país. Nada más cierto que esa frase donde el béisbol invernal se convierte desde Octubre hasta finales de Enero en nuestro diario vivir y todos sudamos nuestros equipos.

 

¿Por qué llevar las estadísticas, esos numeritos que rápidamente se olvidan y que no tienen que ver los de un juego con otro?  Alguna vez leí que el activo más preciado del béisbol no es su presente sino su pasado. Se le olvidó al que escribió la frase que cada día, con cada jugada, con cada lanzamiento, se está escribiendo la historia; engrosando y enriqueciendo el béisbol. Las estadísticas es lo único que nos permite comparar las actuaciones de los jugadores que se presentan a jugar en un diamante tan brillante que tuvieron que cubrirlo de grama y tierra, como describe ESPN al diamante de béisbol, los que nos permite comparar entre un jugador de hoy y uno de hace 30 o 40 años.  Nos llena de emoción  tratar de determinar si las hazañas de esos jugadores del ayer fueron superadas por los ídolos de hoy.

 

En fin los fanáticos del béisbol siempre nos introducimos a discusiones que nos llevan a tratar de definir ¿Cuál jugador es mejor?, ¿Cuál equipo?, si un jugador es de clutch o no. Una de esas discusiones nos llevó a tratar de definir el porque un lanzador puede o no ser merecedor de un premio al más valioso de las Grandes Ligas. En esa situación entran las armas de debate, las estadísticas. Con las estadísticas tratamos de sacar el fanatismo, la pasión, del juego sin darnos cuenta que mientras más nos introducimos en las estadísticas del béisbol en vez de sacar esa pasión simplemente alimentamos esa hoguera. Tendremos discusiones que nos mantendrán el interés vivo en nuestro deporte rey, nos enfocaremos en las estadísticas clásicas (promedio de bateo, empujadas, slugging, porcentaje de embasarse, victorias, ponches, efectividad, etc.)  y para terminar las más encendidas discusiones tendremos que hacer referencia a estadísticas nuevas (las llamadas estadísticas de última generación o SABR) , las cuales intentan sacar de una manera fútil el fanatismo del béisbol y tratan de correlacionar los diversos parámetros del juego para así tener una herramienta que nos permite pronosticar de una mejor manera el valor de las distintas facetas del juego.  Mientras más estadísticas tenemos a disposición mejores “dirigentes” desde las gradas nos volvemos, entenderemos un poco mejor las decisiones, que a veces consideramos fuera de lugar de los dirigentes de nuestros equipos favoritos, para al final entender que ese dirigente tomó la mejor decisión con las herramientas que tenía o que por el contrario metió la pata y en ese caso se nos hinchará el pecho con orgullo al proclamar “Hasta yo dirijo mejor que ese manager.”

 

Al final solo nos queda seguir aprendiendo del juego, deleitarnos de las jugadas dentro del diamante y acariciar suavemente los números que van poniendo nuestros jugadores favoritos al momento de escribir la historia. Hoy me siento orgulloso de ser fanático de la pelota,  de acordarme de mis jugadores favoritos del ayer y cada día más aunque no me pueda quitar el saco de fanático si tratar de entender y defender mi pasión en base a números que constituyen hazañas, hoy me siento orgulloso de ser parte de la iniciativa de llevar esos números a más fanáticos como yo solo de mi parte resta decir: ¡Bienvenidos a béisboldata!